martes, 27 de mayo de 2014

The suns burial


                   



Cinta compleja, por la variedad de temas que Nagisa Oshima toca. La historia se inserta en los años posteriores a la segunda guerra mundial, en donde aparece un Japón destruido por la guerra. El Escenario perfecto para el florecimiento de un mercado negro., la historia se sitúa en Osaka, en donde aparecen una serie de personajes marginales, los cuales se agrupan en torno a bandas rivales para sobrevivir  mediante el contrabando de sangre, la prostitución o el asalto.  Atención al estado en que aparece Tennoji, un arrabal lleno de edificios derruidos, en donde la ciudad es solo reconocible por la presencia de la Tsutenkaku Tower.
Cuando uno observa The sun’s burial, es inhabitable no hacer comparaiones con Lowe depth, de akira kurosawa, sin embargo en la obra de Nagisa la atmosfera se ha hecho más opresiva. Ambos films describen unos personajes contrahechos, deformados por el ambiente marginal en el que se desenvuelven, sin embargo en los personajes de Oshima l grotesco se ha acentuado. A diferencia de Lower Depth, en The sun’s Burial han desaparecido las escenas en la que los personajes, cantaban o bebían juntos para olvidar por unos momentos su situación miserable . El tono teatral con el que Kurosawa caracterizaba sus personajes se ha suprimido, y vemos como Oshima se decanta por un estilo a medio camino entre lo documental y lo cinematográfico, en donde parece ser que no hay salida alguna del universo marginalia.

El título del film no es casual, The sun’s burial, y es que el sueño nacionalista del país del sol naciente ha sido enterrado entre los escombros de un país desecho por la guerra. La única ley es la de la supervivencia a toda costa. En el universo que nos presenta Oshima no hay lugar para la compasión, y los personajes que lo habitan no se apiadan de la muerte ajena, aparecen continuas referencias al poco valor de la vida en estas circunstancias. El colapso del sueño imperialista nipón aparece representado en uno de los personajes, un viejo soldado que convence a otros iluminados de que Japón debe prepararse para una nueva guerra de la que saldrá victorioso, esta vez con los rusos. En definitiva en esta cinta Oshima lo esperpéntico adquiere un carácter más dramático que en la obra de kurosawa, Oshima dando un giro de vuelta más al tratamiento del lumpen dentro del cine japonés  describe unos personajes que se devoran a si mismos, un elenco de fantoches humanos, minados por las brutales condiciones en las que viven.

      

jueves, 22 de mayo de 2014

OXHIDE






Liu Jiayin filmó este documental con solo 23 años. Se trata de un documental dramatizado en el que vemos un fragmento de las vidas de una familia china de clase obrera y su lucha por mantener su tienda de venta de accesorios de cuero. Mediante planos estáticos y claustrofóbicos, asistimos al drama de la existencia en la China de principios del s. XXI. El esfuerzo diario de una familia nuclear que vive de comprar cuero curtido para crear bolsos y venderlos en su tienda. A través del padre, que actúa como el enlace externo, somos testigos del drama, unos precios que cada vez deben ser más baratos, en un país que se ha convertido la fábrica del mundo. Lo sorprendente de Oxhide (cuero de buey) es su refrescante estilo, planos fijos, centrados en el interior del hogar, los cuales reflejan la crudeza diaria de mantener la economía familiar, pero a través de amables escenas familiares. Cabe señalar los continuos roces entre hijo o es una chica? y su padre, y los conflictos familiares que crean los problemas economicos, y como estos roces familiares son limados con sentido del humor y carino. La escasez de medios con que esta hecho el film, es otra muestra mas del buen hacer del cine chino, que con escasos medios es capaz obras tan interesantes como, Oxhide, que fue filmada con una cámara casera y a través de planos estáticos. Otro ejemplo del gran cine documental, al que los directores chinos parecen estar especializándose en los últimos anos, que se han dado cuenta del filon creativo que representa el hombre de a pie, anonimo. Dandonos una historia no es la oficial, pero mucho mas humana y real, la historia de un país que en solo una década  ha asistido a uno de los cambios más rápidos y dramáticos de la humanidad contemporánea. Para los que tenemos planeado regresar al Gigante asiático, despues de ver Oxhide, esas tiendas de correas y bolsos de cuero que abundan en China, ya nunca serán lo mismo. Observando un poco el cuero podremos ver la sangre y el sudor que han costado, no solo al animal sacrificado, sino a las familias que viven de ese negocio y cuyo drama diario Oxhide traslada a la pantalla de forma brillante.

OXHIDE

miércoles, 9 de enero de 2013

Homenaje a Cataluña


Siete de la mañana, lugar, estación central JR Tennoji, me uno a la procesión de almas mecanizadas, olor a café, taconeo de gente anónima que se apresura a llegar a los andenes, libadores de udon, hombrecillos con cara de pez se hacinan detrás de una cortina, sincronizado slurp, slurp que queda interrumpido por voces metalizadas que anuncian la salida de los próximos trenes, Cinco minutos antes de entrar al vagón, recolecto mi desayuno a base de agua sintética enlatada con sabor a café y sándwich plastificado, privilegios de la gastronomía de final del segundo milenio.

Quizás Homage to Catalonia me ha llegado tanto por dos razones, primero porque me cuenta la historia de mis país, sin mentiras, desde la experiencia y el corazón, y segunda, porque leer el libro ha sido como pegarle una patada en los huevos a este conformista sistema nipón de los hombres maquinas, recordándome que en mi país existieron unos hombres que luchaban por cambiar un sistema que no les gustaba, el de las milicias republicanas.

Los libros japoneses que leo por aquí, que están muy bien por cierto, estén contados desde fuera hacia dentro, es decir Sakaguchi Ango y sus compañeros me cuentan sus historias desde fuera hacia dentro, de manera contemplativa, se limitan a describir sus impresiones de la realidad, pero adoptan una actitud pasiva ante los hechos, con excepción del loco de Mishima claro, se limitan a describir, no quieren cambiar nada, tanto si la sociedad que en la que viven les gusta o no.


Sin embargo Homage to Catalonia es el contrapunto de esta forma de escribir, cronista de su tiempo, intelectual comprometido, en el mundo de Orwell  no hay tiempo para ponerse la mascara de la mentira, ni para describir lo sublime del suicidio o la belleza de las prostitutas de Gion, por poner un ejemplo , los chicos del POUM están demasiado ocupados en las trincheras esperando volarle la cabeza al fascista de turno, o en evitar de que éste no se la vuele a ellos, al final resulto que no mataron a tantos fascistas como pensaban y se dieron cuenta que en la guerra si uno quiere salvar el pellejo, no hay lugar para heroicidades, días enteros en las trincheras, sin poder ducharse acumulando, excrementos, mierda, hambre y meses sin poder asomar la cabeza por temor a perderla, esos eran los dias en el frente del chico inglés.

Hijos del sol naciente, despertad!!
    

 Homage to Catalugna es una crónica de guerra desde la primera linea de fuego, las trincheras, un cuaderno de campo en el que Orwell nos detalla la vida en las barricadas,  desde un punto de vista humano, el de sus propias experiencias,  en las que Orwell tiene miedo porque no quiere que le revienten la tapa de los sesos, Orwell siente asco, porque hace dos meses que no se ducha, Orwell tiene hambre, porque los alimentos son escasos en el frente, una imagen más realista de un soldado que la de los aseados marines a los que nos tienen acostumbrados los chicos de Hollywood.

     La honestidad con la que nos cuenta sus experiencias durante la guerra civil, es la del hombre simple, que reconoce que se alisto en el POUM, sin mucha idea de porque luchaba o contra quien, aunque siempre con una idea en mente, eliminar el fascismo en España e instaurar una Republica, luego se dará cuenta que el mayor enemigo se encontraba entre algunas de las secciones de su propio bando, la burguesía, que luchaba por sus propios privilegios de clase , otro tipo de fascismo pero aun mas peligroso, por ser mas sutil, al final Orwell es traicionado por los que se suponían sus camaradas, socialistas y comunistas que luchaban por derrotar a franco e imponer otras formas de fascismo para alzarse como la clase opresora.


Orwell y sus camaradas serán  perseguidos, encarcelados por los suyos, comunistas y burgueses que veian que si la revolucion social triunfaba ellos desaparecían como clase, Orwell escapo por los pelos de la cárcel y posiblemente la muerte por traición, destino de miles de republicanos y cientos de extranjeros, sus sueños de crear un mundo mejor quedaban rotos, aunque no perdidos, Jorgito después de sus experiencias en la guerra civil española aprendió que al capital y a los capitalistas hay que arrancarles los huevos de raíz, de nada vale cortar solo la cabeza, porque sino le nacen otras con diferentes nombres, Fascismos, Comunismos, Capitalismos, Maoísmo,  los dichosos ismos de siempre, diferentes caras del mismo sistema opresor, y es que Orwell tuvo siempre muy clara la idea de por lo que luchaba :

    I have no particular love for the idealised 'worker' as he appears in the bourgeois Communist's mind, but when I see an actual flesh-and-blood worker in conflict with his natural enemy, the policeman, I do not have to ask myself which side I am on.

Por supuesto que hay otros detalles que hacen el libro muy interesante, las impresiones de Orwell hacia los españoles como pueblo, incisivas observaciones de alguien que supo entender el carácter español, el dejar  las cosas de hoy sin hacer por un mañana que nunca llega:

    The one Spanish word that no foreigner can avoid learning is manana--'tomorrow' (literally, 'the morning'). Whenever it is conceivably possible, the business of today is put off until manana. This is so notorious that even the Spaniards themselves make jokes about it. In Spain nothing, from a meal to a battle, ever happens at the appointed time. As a general rule things happen too late, but just occasionally--just so that you shan't even be able to depend on their happening late--they happen too early. A train which is due to leave at eight will normally leave at any time betweennine and ten, but perhaps once a week, thanks to some private whim of the engine-driver, it leaves at half
past seven.

El estereotipo por el que los británicos nos conocen, aunque Orwell, hombre de hombres deja a un lado la mirada anglocéntrica y acaba el párrafo diciendo:

    In theory I rather admire the Spaniards for not sharing our Northern time-neurosis; but unfortunately I share it myself.

En fin, dos años estudiando historia en la universidad y no saque nada en claro de esos pellejudos con aliento a polvo que se hacían llamar doctores,  explicaban la guerra civil desde la comodidad de una tarima y se perdían en explicaciones socioeconómicas, datos y fechas historicas.  Hay que joderse que haya sido un ingles Orwell, quien me haya aportado algo de luz entre toda esa complicada maraña de siglas que dividían la izquierda española, el PSOUC, el PUM, la CNT....etc.

mmh, ya me hubiera gustado a mi tener un mondadientes como éste


Al final el ferrocarril de Osaka se pone en marcha, caras petrificadas por el sueño y la normalidad, caras que he memorizado con el paso de los días de mi rutinaria existencia,  la del Tanaka con cara de mono leyendo la sección de deportes del mainichi shimbun, ahí retrepado se encuentra el salary man que ayer se gasto los cuartos con las hostes del bar shot Marilin y ahora se apoltrona como un peso muerto en el sillón del tren, la de la oficinista rozando los cuarenta y quiere cazar a un exótico occidental en el G-incomunication, la del niñato con gafas, martirizado por el béisbol, el manga y los videojuegos, penitencias de su generación amamantada con etroncio-14  de su la del somnoliento, la cara de la arrugada señora que olvido su alma apolillada junto a los abrigos de visón en el armario francés de su casa de Umeda, todos ellos los rostros sobrantes de una sociedad que reza en los pachinkos y se confiesa en los convinis, pero todo esto no me preocupa, porque en las frias mañanas de tren en Osaka saco el viejo y amarillento libro de la mochila, y cruzo el otro lado del espejo, el universo de Orwell y su “Homage to Catalonia” su experiencias con los republicanos, con cada pagina que lep la carne se impone de nuevo sobre la maquina y yo recojo otro trozo del fragmentado puzzle de la historia de mis gentes, gracias Orwel, gracias pinguin.




                                     

viernes, 4 de enero de 2013

La amargura del capitán Yen

Hoy he visto una de las pocas cintas que me faltaba por ver de la filmografía de Frank Kapra. “La amargura del capitán Yen”. Película del 37 que nos sitúa en plena guerra civil China, con misioneros occidentales de por medio. Lo cierto es que la película me ha sorprendido positivamente, acostumbrado al cine edulcorado y patriota de Kapra, esta es una cinta cinta extraña que se aleja totalmente de otras de sus peliculas. El principio del film parece el propio de una película de propaganda yanqui de los años treinta, las escenas y comentarios describiendo el carácter cruel y traicionero del chino se suceden, con lo cual yo esperaba tres horas de moralina norteamericana, relatándome las maldades de alma del amarillo comunista, frente a la superioridad moral del anglosajón y su puritanismo cristiano. Esa es la idea que se trasmite como digo solamente al comienzo del film. Por si fuera poco los dos protagonistas de la película parecen encarnar valores antagónicos׃ el general Yen , es un sátrapa local, taimado e inteligente cuyo único interés es enriquecerse, para ello no duda en someter, asesinar a su pueblo y asociarse al corrupto hombre blanco, para rematar la cosa, el actor que interpreta a Chen, Nils Asther, lleva a cabo una caracterización soberbia, tanto fisica como interpretativa, dotando de convicción a esa caricatura estereotipada que todavia hoy dia se tiene sobre los chinos en Occidente. La chica, una jovencísima y rabiosamente bella Barbara Stanwyck, representa la inocencia y la igualdad que promueve entre los hombres el buen samaritano, en definitiva toda la historia parece girar en torno al maniqueo y eterno conflicto entre el moralista occidente y el mundo pagano de Asia, dualismo tan remanido en el cine posterior de los agnos 40, tras el imparable auge del comunismo en el gigante asiático. lo sorprendente es como a medida que avanza la historia, estos dos mundos antagónicos comienzan a entrelazase en una historia de amores imposibles, en donde Kapra introduce grandes dosis de ambigüedad y contradicción en los protagonistas, oriente queda embelesado por la piedad del cristianismo de occidente, y al contrario, el oeste es seducido por el exotismo y refinamiento del lejano oriente, acercamiento que a la vez produce alejamiento, por tratarse de dos culturas tan diferentes.

 La pelicula tiene ciertas reminiscencias con "Lost Horizon", otra rara avis dentro de la filmografia de Kapra, en ambas el director e muestra un enamorado de la cultura asiatica, distanciandose del folklorismo superficial de otros directores, en Kapra se aprecia un sincero interes por acercarse a esas gentes del otro extremo del mundo. De esta manera los decorados y los trajes chinos son convincentes, evidenciando una cierta labor de documentacion que es de agradecer, impagables son los decorados del palacio de Yen, dotados de un embriagador exotismo muy en consonancia con el personaje. El desenlace no deja dudas de que no estamos ante otra típica cinta, que Kapra sella con esos edulcorados finales, de esos que a todos no encantan y nos dicen que al final el pueblo es bueno, y el capitalista muy malo, “La amargura del capitán Yen” concluye de manera abrupta, sin concesiones al final de algodon de azucar, cerrando a la perfeccion una de esas raras obras, que al verlas, nos dejan la mirada un poco más turbia, para al mismo tiempo, dejarla un  poco mas limpia.

sábado, 31 de marzo de 2012

Harakiri



Vi la pelicula de Harakiri a las dos de la mañana, lo que en los cinco primeros minutos de metraje me parecio ser una aburrida pelicula de samuráis mas, pronto se convirtio en una de las peliculas mas reveladoras e interesantes vistas en mucho tiempo




Dirigida por Masaki Kobayashi y protagonizada por Tatsuya Nakadai (Yoyimbo, Ran),Harakiri se encuadra dentro de las películas japonesas de posguerra, un tipo de cine de protesta que se hacia en Japon en los años sesenta y durante el periodo de ocupacion americana. Kobayashi, su director, es probablemente mejor conocido por Kawaidan, cuatro cuentos de fantasmas, adaptación de un libro de Lafcadio Hearn. Kobayashi tambien dirigio La Condicion Humana, en donde trata algunos de los temas que aparecen en Harakiri como el rechazo a la guerra y la critica hacia las formas de dominio organizado, aunque esta vez la película se desarrolla durante la II Guerra Mundial.

En Harakiri al igual que sucede con Rashomon, el orden narrativo queda invertido y la película comienza momentos antes del dramatico final, es decir, nada mas empezar lo se nos presentan son los acontecimientos anteriores al desenlace dramatico. A lo largo del film, el protagonista ira reconstruyendo la historia a traves de la técnica del flashback, de esta manera ira rememorando y recomponiendo los pedazos de una historia que se nos cuenta fragmentada, sin lugar a dudas este sera uno de los grandes aciertos de la película, manteniendo al espectador en un estado de atención y tension continua desde el principio hasta el final del film. Y es que hasta el ultimo segundo de película la historia no cobrara sentido, es decir en Harakiri no hay fragmentos gratuitos o innecesarios, cada una de las partes de la película le da coherencia a la otra, completando asi el puzzle de la historia narrada.

Harakiri, aunque puede verse como una simple película de samuráis, no es una de tantas, su argumento va mas alla del simple drama historico, poniendo en tela de juicio conceptos como la tradición o el orden establecido. Harakiri constituye todo un rechazo frontal hacia cualquier forma organizada de dominio y en especial hacia el codigo samurai del bushido, tan sacralizado por los japoneses y tan exaltado por otras películas del mismo genero.

A diferencia de Kurosawa, que prefiere el realismo en sus historias, Kobayashi se decanta por el expresionismo, Harakiri es toda una alegoria social en la que el mensaje es claro, el rechazo de la sagrada tradición, y en especial el rechazo de la sumisión del individuo al grupo, toda una leccion de moral contra la opresiva tradición y el exacerbado autoritarismo nipón de las primeras decadas del s.XX.

La película casi en su totalidad se desarrolla en dos escenarios, la residencia del clan Iyi y posteriormente la miserable casa en donde el protagonista Hanshiro Tsugumo vive con su familia, ambos son lugares cerrados, ambientes opresivos que simbolizan la falta de libertad de los personajes, los cuales se encuentran asfixiados por un sistema social de carácter opresor. Recordemos que la película se desarrolla en la epoca pre-meiji, durante el shogunato de Tokugawa, cuya victoria unificara Japón con la consecuente destrucción de muchos clanes, cuyos samuráis una vez derrotados sus señores perderan su sentido como clase social, y se convertiran en ronin, samuráis errantes que huyendo de la miseria ofreceran sus servicios a cambio de comida o techo. este es el caso de Tsugumo y su familia, relegados a la mas absoluta miseria una vez su clan quede disuelto por la política del shogunato, queda reflejado asi lo absurdo de un sistema basado en el dominio, cuya relacion entre victimas y verdugos estara determinada por la balanza de la guerra.

Podria pasar horas escribiendo sobre esta película llena de detalles realmente sorprendentes, tales como la poderosa voz del personaje Tsugumo, voz de honda emocion, pero contenida, la cual recuerda bastante a la voz de los actores tradicionales japoneses, es decir, en su voz no percibimos emocion, es una voz monotonica, carente de cadencia alguna, la voz de alguien que sabe lo que va a suceder. la voz del protagonista concuerda con la expresión hierática de su rostro y su economia de movimientos.

Una de las escenas de mayor lirismo y visualmente de una gran belleza, es la lucha entre Tsugumo y Hikokuro Omodaka que tiene lugar a las afueras de un cementerio, magnifica la técnica empleada por Tsugumo, aprovechar la fuerza del viento para romper la katana de su oponente y sublime la interpretación de Tatsuya Nakadai, que parece abstraerse de su yo, moviendose al ritmo de la hierba y el aire, el ritmo frenetico de un instrumento tradicional japones acentua el dramatismo de toda la escena.